A lo largo del mundo hay distintos tipos de control de plagas, para todo tipo de propósitos y necesidades: fumigación con avionetas o helicópteros, fumigación de nutrientes para plantas, fumigaciones para reguladores de crecimientos, fumigación para animales, fumigación para desinfección de hospitales, preventivas, curativas, por lo que controlan, por modo y mecanismo de acción, entre otros.
En la industria de control urbano de plagas, insectos, enfermedades, malezas y roedores, existen de igual manera, diversos tipos de fumigaciones, como mencionamos con anterioridad, sin embargo aquí las agruparemos en cuatro tipos de fumigación o controles que se realizan dependiendo de las necesidades. Estos controles deben ser sujetos a varios aspectos del entorno en donde queremos realizar la fumigación. En la mayoría de los casos, el factor ambiental es el más predominante, debido a que el clima en donde se encuentren las plagas en general determinará si estos se desarrollen, crezcan y multipliquen, ocasionándonos daños económicos, físicos y hasta personales.
Los cuatro tipos de fumigación son: Preventivos, recurrentes, curativos y de exterminación. Cada una tiene su característica y objetivo especifico, lo que nos permite tomar acciones distintas para su optimización. Cada una de ellas se realizará, dependiendo de la presión que tengamos de la plaga, entre mayor sea la presión, mas intensivo será el trabajo. Estos cuatro tipos de fumigación como se presentan: Preventivos → recurrentes → curativos →exterminación están en orden cronológico, y es el orden que se debe seguir para un control integral de cualquier tipo que sea la plaga a controlar.
Fumigación Preventiva
Es el primer eslabón de la cadena en control de plagas mediante formas físicas, químicas u orgánicas. La principal función de este tipo de control es evitar que posibles plagas, enfermedades o cualquier otra infestación, nos pueda afectar. Este tipo de control nos permite crear un hábito rutinario en el que periódicamente se hará una inspección de determinada área, se evaluará la misma y se determinará si hay o no la presencia de alguna plaga y se tomará la decisión de efectuar el control. En determinados casos, como conocer cuando aparecen ciertas plagas se usa este tipo de fumigaciones o controles, para así evitar que las mismas proliferen en nuestro entorno. Los tiempos para una fumigación preventiva varían de 3 a 6 meses, los cuales podrán variar siempre dependiendo de las condiciones en el ambiente en donde se encuentre el lugar a fumigar, es decir no es lo mismo fumigar una casa en una urbanización residencial a fumigar una casa en un rancho. En la primera se puede fumigar cada 4 a 6 meses, en la segunda las fumigaciones deben hacerse cada 2 a 4 meses. Un mismo entorno dos requerimientos distintos.
Controles o fumigaciones recurrentes
Este tipo de fumigaciones o controles son efectuadas con mayor periodicidad que las preventivas. En general son controles que se programan de acuerdo a necesidades especificas, para evitar problemas con plagas conocidos y que son recurrentes debido al tipo de actividad que nos dediquemos o el lugar de nuestra residencia, por mencionar alguno de los ejemplos. Los controles recurrentes se realizan a tiempos determinados convenidos entre los responsables del mismo. En un restaurante debemos hacer control dentro de la cocina y área de mesas mínimo cada 3 meses, lo cual depende mucho de la limpieza que se realice en el área de trabajo. En un restaurante, el principal insecto a controlar son las cucarachas, ya que unos de sus lugares preferidos para establecerse son las cañerías, lugar que es de difícil acceso para los humanos y al contar con áreas de salidas o sumideros, las cucarachas tienen fácil entrada a la cocina, por lo que sin importar la limpieza exhaustiva que se realice, si no se mantiene un control recurrente para las cucarachas, eventualmente estarán invadiendo la cocina, dispersando cualquier enfermedad de la cual sean portadoras e infectando los alimentos.
El tiempo entre cada una de los controles dependerá exclusivamente de la importancia del área de trabajo o convivencia. Por ejemplo en México, la ley exige una inspección de al menos 3 veces a un restaurante, para la revisión de presencia de plagas, insectos y enfermedades. Estas inspecciones tienen como finalidad darle continuidad a la operación del restaurante, o suspender sus actividades por riesgo de contaminación. Para poder contar con una inspección aprobada y libre de plaga, se recomienda hacer controles cada 3 meses mínimo, y estas podrán aumentar las aplicaciones a lo largo del año si aumenta la presión de ataque por parte de las plagas.
Controles curativos
Estos controles son muy especificas para plagas, insectos, enfermedades o roedores específicos. Se dan cuando tenemos una afectación a la que no estábamos conscientes que podrían ocurrir y se da la infestación. Luego de la identificación de la plaga a controlar, y de igual manera identificar por qué se dio el ataque de la plaga, se procederá a escoger el pesticida y método a utilizar y realizar las aplicaciones pertinentes.
Debido a que la intención en este control es curar o eliminar la infestación de la plaga, se deberán realizar al menos 2 aplicaciones con intervalos de 15 días aproximadamente. Esto debido a que al haberse identificado la plaga, se debe estimar sus ciclos de vida, que varían de especie a especie, y si se identifican insectos adultos, muy probablemente estos se hayan reproducido y depositado huevos en nidos y al hacer un primer control, estos no afectarán a los insectos dentro de los huevecillos, por lo que habrá que esperar a que salgan de los mismos, y poder controlarlos con el método seleccionado.
Si la plaga identificada tiene una población muy alta, los tiempos entre aplicación y/o control deberán disminuirse de 15 a 10 días, puesto que tendremos insectos que no serán afectados por el control realizado y continuarán su proceso de crecimiento y reproducción.
La curación, dependiendo de la tasa o presión de infestación, es casi imposible poder realizarla en una sola aplicación. Como todo mal, debe pasar por un tratamiento evolutivo, en el que se realicen inspecciones, se identifiquen si hay huevecillos o larvas, si existe otra plaga potencial, definir la cantidad de insectos o roedores (etc.), por metro cuadrado y determinar la forma integral de poder controlar o curar la afectación.
Controles de erradicación
Este tipo de control es el más difícil de realizar. De hecho, se ha creado como método de mercadeo de las empresas. Sin embargo, la erradicación es algo prácticamente imposible de realizar, debido a que por más que tengamos prevención, controles recurrentes y otras formas, siempre existirán factores que no podemos controlar que permitirán el ingreso de plagas. Algunos de estos factores son: clima, vecinos, visitantes, verduras y vegetales, encomiendas, entre otros.
La manera más ecológica, económica e integral de poder manejar una plaga, es realizando controles exhaustivos contra los mismos, así poder disminuir a su mínima expresión la posibilidad que tengamos alguna afectación por ataques de plagas, en cualquiera de sus formas.
Es importante siempre contar con una opinión calificada para el control de plagas, pues estos técnicos, te darán las opciones más acertadas en cuanto a métodos y tipos de controles que se pueden realizar, buscando siempre que sea amigable con el ambiente, no cause toxicidades en las personas, plantas y/o animales, buscando un bienestar común de todo el entorno.